Dejándote llevar por la corriente del río, los peces te acompañan. Llegas a un hueco entre las rocas y entras nadando a una caverna, el agua turquesa brilla por el sol filtrado, es una piscina natural debajo de una montaña. Los chapuzones y las cascadas te revitalizan el alma.

Ciudad Patrimonio de la Humanidad que mantiene sus aires de pueblo, tradiciones y viejas casas coloridas. En las galerías se exhiben piezas que adornarán personas y hogares. Un vino de la región en una de sus terrazas, comiendo exquisiteces, platicando con algún ser extraordinario que ha encontrado ahí su refugio.

Donde antes era una cárcel, ahora se liberan emociones y aplausos; en el Centro de las Artes, la torre de vigilancia panóptica ha sido transmutada por pinturas murales. Entre los edificios barrocos, alguna paloma posa en el sombrero del Señor de las Palomas, como cuando él no era de bronce.

El pueblo viejo fue inundado por la presa, dejando sólo unas pocas piedras y fotos como testimonio. Los caballos aún bailan con el deporte charro. Desde lejos puede verse el Cristo Roto de 25 metros. El cañón semidesértico se recorre sendereando, atravesando puentes colgantes y lanzándose en tirolesas.

Centenarias chimeneas que antes trataban metales, hoy se encuentran apagadas en un pueblo que sigue con el corazón encendido. Varias haciendas producen mezcal, una de ellas lleva en pie desde el siglo XVII. Hay pies que dan pasos con más de 70 danzas tradicionales y manos que moldean el barro.

Seis especies de felinos ronronean en este hogar. En uno de los sótanos más grandes del mundo, vuelan guacamayas. Por una pared rocosa, a miles de metros de altura, desciende una diminuta persona a rapel. La inmensa vida de esta Reserva de la Biósfera nos recuerda que nosotros somos visitantes.

En el Pueblo Mágico de Jalpa de Cánovas, está la ganadora del Premio al Mejor Tamal y otros galardones, perteneciente al selecto grupo de Cocineras Tradicionales de Guanajuato. Con su mole de nuez y variadas recetas longevas, llena de sabor y amor la mesa cada día.

Artista, investigador y productor de cerámica tradicional. Fue acreedor del Premio Artesanal Aguascalientes en 2013, por su rescate del patrimonio cultural. Hoy en día continúa preparándose y trabajando en su taller particular del Barrio de la Purísima, creando hermosas piezas de mayólica.

Diseña y elabora joyería de oro y de plata de forma artesanal en el Centro Platero de Zacatecas, con más de 20 años de experiencia. Sus creaciones conjugan sentimientos, luces y sombras para realzar la belleza de quien las porta.

En Querétaro se producen todos los tipos de vino: blanco, rosado, tinto, espumoso; jóvenes y grandes reservas, en los municipios de Colón, Cadereyta, El Marqués, Ezequiel Montes, Huimilpan, San Juan del Río y Tequisquiapan. Gerardo es miembro activo de la rica cultura vitivinícola que prolifera en la región.

Comenzó a empuntar rebozos a los 10 años de edad y ha heredado a sus hijas el gusto de ese trabajo, haciendo honor al nombre de "La Cuna del Rebozo", con el que se conoce a Santa María del Río en el estado de San Luis Potosí.

"Desde niño he hecho campamentos, senderismo y distintas experiencias al aire libre. Voy al Cerro de la Bufa mínimo cada semana con mi perra Juny y amigos o hermanos. Conozco distintas rutas para llegar a lugares donde se disfrutan los mejores atardeceres" - Anfitrión de Airbnb en Guanajuato, Gto