Alojamientos vacacionales en Choco

Como siempre espectacular

Una excelente anfitriona, da mensajes proactivos, te ubica en la zona y te recomienda puntos de interés.

Todo súper bien.

Una estadía súper agradable un sitio Muy limpio ordenado bonito igual q en las fotos . La señora Liliana muy amable y con un excelente sazón. Volveríamos sin duda alguna

Maravilloso lugar. hermosa vista. Alejandro y su esposa muy amables. vimos muchas mariposas y colibrís. me encantó y volvería sin dudarlo. tener en cuenta que si la marea está alta toca caminar 300 a 400 MT para llegar. no llevar maletas que no puedas cargar porque toca pasar sobre el agua y también tener en cuenta que hay que subir 50 escalones para llegar a la cabaña.. aún así sin duda volvería es un paraíso.

La hacienda La Paulina con su arquitectura y sus amplios espacios verdes, ofrecen una experiencia encantadora. El ambiente tranquilo y la belleza natural hacen de cada momento una oportunidad para relajarse y disfrutar. la elegancia y la calidad del servicio son perfectos, sin duda, es un destino que invita a explorar y maravillarse con su encanto. Alejandro es un anfitrión increíble, super recomendado

maravilloso lugar y la atención super! volveríamos 100% recomendado

Las cabañas y sobre todo el lugar, lo cuidado del trato y el entorno hace que sea un destino ideal para desconectar, y volver a disfrutar de estar en un lugar virgen. No es un lugar donde se llegue con comodidad, por el propio lugar (barca, caminos) pero justo eso lo hace seguir siendo especial. Y el trato recibido es perfecto, te ayudan con todo, y con una sonrisa. Gracias!!!! Ha sido genial. Repetiriamos sin duda

Marcos nos recibió en el aeropuerto de Capurgana y nos dio un recorrido por la ciudad antes de llevarnos a nuestro bungalow. Su alojamiento fue el lugar perfecto para relajarse después de los días de playa, hacer senderismo y explorar las ciudades circundantes. Estaba limpio y espacioso. Proporcionan redes para la cama, ropa de cama limpia, toallas limpias y un ventilador para las noches calurosas. La ducha está abierta en la parte superior hacia el exterior y puedes disfrutar del paisaje y la vida silvestre mientras te enjuagas. El desayuno siempre estuvo sabroso y fresco. También pudimos disfrutar de una pizza casera. El paseo hasta el pueblo principal fue de unos 10 minutos o puedes utilizar uno de los mototaxis locales. Además, al cachorro residente le encanta pasar el rato en el porche o simplemente alrededor de la propiedad. Es muy dulce. Disfrutamos mucho de nuestra estancia.