Ten en cuenta tu zona y las circunstancias cuando fijes tus precios
Como anfitrión, tienes total libertad para establecer tus precios: tú decides cuánto cobras y en qué condiciones, y puedes modificar tu estrategia siempre que quieras.
Un factor importante a la hora de determinar tu precio es la demanda local. Si tu alojamiento es más caro que otros similares por la zona, quizás pierdas algunas reservaciones. Por el contrario, si ofreces un precio competitivo, es más probable que consigas huéspedes y, en última instancia, que ganes más dinero con Airbnb.
Analiza la demanda local
Saber por qué viajan los huéspedes que reservan alojamientos similares al tuyo por la zona puede ayudarte a determinar tu estrategia de precios.
Para comparar precios, selecciona cualquier fecha que tengas disponible en tu calendario o elige un intervalo de hasta seis noches. Toca o haz clic en el precio por noche y dale al botón que hay debajo, junto al ícono del mapa, donde dice Compara tu precio.
Se mostrará un mapa con los precios promedio de anuncios similares que se han reservado por la zona. Además, podrás consultar los precios de otros alojamientos parecidos al tuyo que todavía estén disponibles.
Los montos que aparecen en el mapa reflejan, por un lado, el precio promedio de los anuncios reservados y, por otro, el de los que aún están disponibles en las fechas que seleccionaste. Los factores que determinan qué anuncios son similares incluyen: ubicación, tamaño, características, servicios, calificaciones, evaluaciones y otros anuncios que los huéspedes exploran mientras consideran reservar el tuyo.
“Saber qué tarifas manejan otros anfitriones de la zona me va a dar mucha confianza a la hora de establecer mi precio”, dice Felicity, miembro del Consejo asesor de anfitriones y Superanfitriona en Nueva Gales del Sur, Australia. “Estar consciente de lo que hacen los demás me permite evaluar si el precio es adecuado y debo mantenerlo o si quizás me estoy pasando y convendría bajarlo un poco”.
También puedes adaptar tus precios a las tendencias locales teniendo en cuenta lo siguiente:
- Eventos especiales: los congresos, festivales y otras celebraciones multitudinarias pueden generar picos en la demanda. Únete a grupos en redes sociales, sigue a la oficina de turismo local o regístrate en páginas de venta de entradas y mantente al día de todo.
- Cambios estacionales: hospedar en una zona que esté muy concurrida en una época concreta del año puede ayudarte a ganar más dinero, mientras que bajar el precio en temporada baja puede atraer huéspedes aunque no haya tanto movimiento.
Es posible que tener un precio competitivo también contribuya a que tu anuncio esté mejor posicionado en los resultados de búsqueda de Airbnb, que se ordenan en función de la relación calidad-precio de los anuncios con respecto a otros similares en la zona.
Considera tus gastos
Hospedar conlleva ciertos gastos que debes tener en mente a la hora de elegir tu precio. Daniel, Superanfitrión en Airbnb y miembro del Consejo asesor de anfitriones en Tenerife, en las islas Canarias, hace balance de los factores internos y los externos: por un lado, tiene en cuenta los gastos necesarios para hospedar, pero también presta atención a las tendencias del mercado.
En otras palabras, calcula primero cuánto estarían dispuestos a pagar los huéspedes y luego resta los gastos previstos; así estima el precio que puede establecer y cuáles serían sus beneficios.
Los gastos asociados a la actividad de anfitrión pueden ser muy variados; por ejemplo, la hipoteca, la renta, el mantenimiento, los impuestos o el costo de la limpieza. Sin embargo, es posible que los huéspedes no estén conscientes de lo que cuesta mantener un alojamiento. Por eso, conviene que menciones en la descripción del anuncio cualquier característica o servicio especial que pueda aportar un valor agregado a la estancia, como productos de tocador de lujo o suscripciones a plataformas de streaming.
Pamellah, emprendedora y exmiembro del Consejo asesor de anfitriones en Malindi, Kenia, nos cuenta que al principio se enfocó demasiado en los gastos. Sumando una cosa y otra, acabó poniendo un precio “muy alto, porque había invertido mucho”, así que nadie reservaba su espacio.
“Decidí bajarlo y, dos horas después, empecé a recibir reservaciones. No han parado desde entonces”, cuenta Pamellah. Pronto recibió evaluaciones positivas, así que no tuvo que esperar mucho para subirlo de nuevo. Gracias al flujo contante de reservaciones y a las buenas calificaciones de los huéspedes, en menos de tres meses logró ser Superanfitriona. Tal vez su experiencia sea algo excepcional, pero ¡es una buena fuente de inspiración!
Ten las cuentas claras
Haz un seguimiento de los ingresos y los gastos asociados a tu actividad como anfitrión. “Creé una cuenta bancaria específica para gastos. Así, cuando llega la hora de declarar los impuestos, es más fácil encontrar todos los datos que necesito”, dice Reed, profesor, emprendedor y exmiembro del Consejo asesor de anfitriones en Filadelfia.
Los abogados o asesores fiscales de tu zona pueden orientarte acerca de las cuestiones tributarias o legales que afectan a tu actividad como anfitrión. Es importante que sepas que Airbnb no brinda orientación profesional. “Si necesitas contratar a un asesor fiscal o tienes que investigar un poco para que te salgan las cuentas, es mejor que empieces por ahí”, aconseja Reed.
Si acabas de empezar a hospedar y buscas ayuda personalizada con los precios, te pondremos en contacto con un Superanfitrión embajador para que te eche la mano.
La información de este artículo puede haber cambiado desde su publicación.