El baño de sonido de Mabel fue una experiencia profundamente relajante y placentera, uno de los aspectos más destacados de nuestro retiro. Es increíblemente dulce, cálida y acogedora, y su energía marcó el tono para una sesión pacífica y centrada en el corazón. Llegó puntualmente, completamente preparada e incluso nos trajo alfombrillas para que nos acostáramos, creando un ambiente acogedor y atento.
El baño de sonido en sí era relajante, recalibrado y bellamente guiado. Su uso de instrumentos y tonos relajantes nos ayudaron a restablecernos a un nivel energético profundo. Mabel también fue generosa al compartir ideas sobre San Miguel, dándonos consejos locales que agregaron aún más riqueza a nuestra experiencia.
Su combinación de profesionalismo y calidez genuina hizo que toda la experiencia se sintiera sagrada, nutritiva y verdaderamente especial. La recomiendo encarecidamente para cualquier retiro o reunión que busque ofrecer un momento de conexión a tierra, sanación y serenidad. Estuvimos muy agradecidos de tenerla.