Alojamientos vacacionales en San Felipe de Aconcagua

todo bien, recomendable, solo se sugiere limpieza de desagües de duchas y lavamanos mas periódicos por que algunos estaban tapados, pero nada grave

Anfitriona muy amable, volvería a escoger este alojamiento

el lugar se encuentra en una excelente ubicación, los espacios del depto. cómodos y espaciosos. Eve siempre dispuesta y atenta a entregar información y buenas recomendaciones, fue un muy buen lugar y experiencia, para volver!

Excelente!, fue perfecto, César siempre muy preocupado. Nos encantó el lugar, hermoso y único, despertar con el sonido del río, ideal para despejarse, relajarse y distraerse. Fue totalmente maravilloso y, el desayuno lo mejor!. Definitivamente volveremos

Agradecidos por su recepción, muy grata experiencia. Lindo alojamiento, tranquilo, ordenado y limpio. Sra. Patricia amable y atenta en darnos la mejor atención. Muchas gracias por el recibirnos!

el lugar es de ensueño , una tranquilidad , paz , silencio es un lugar para desconectarse pero de verdad , se disfruta el silencio , la vista imperdible es precioso , la piscina , tinaja impecable , los anfitriones super amables , preocupados , es para ir una y mil veces , el concepto de alojamiento nos encanto , vivir ahí es un privilegio de la vida , realmente quien no ha ido debe conocerlo .

Quisiera destacar la excelente comunicación con Fabián y la seguridad del lugar, ya que se encuentra en un condominio. La ubicación también es ideal, ya que está cerca de San Felipe. Agradecemos tener a disposición varios ventiladores, lo cual fue de gran ayuda para combatir el calor. El único aspecto que podría mejorar es la limpieza del lugar.

Agradecidos de el hospedaje, una casa muy cómoda y espaciosa, con habitaciones y baños muy ordenados y limpios, no dan ganas de salir de ahi, lo recomiendo 100%, además que el matrimonio que nos atendió fueron muy atentos y amables.

Si eres uno con la naturaleza, este es el lugar ideal para ti. Despertar con nada más que el sonido de los pájaros, cocinar y comer en una cocina abierta al aire libre, ver pasar las estrellas por la noche: ¡esto es cosas de sueños! Me encantó cada minuto. Gracias Ana.